El pasado 20 de febrero realizamos una visita a la sevillana localidad de Écija. A trevés de las atentas, diligentes y divertidas explicaciones de nuestro guía Sergio, nos deslizamos por sus calles y edificios más emblemáticos. Visitamos los palacios de:
Benamejí: uno de los mejores ejemplos de arquitectura barroca. Originalmente era
propiedad de los marqueses de Benamejí. Más tarde albergó la Remonta Militar y en 1994 fue declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional.
Desde 1997 es la sede del Museo Histórico Municipal.
Éste cuenta con nueve salas dedicadas a la arqueología donde se exhiben
objetos artísticos relacionadas con la localidad. Así, destaca la
colección de piezas romanas encontradas en las excavaciones realizadas
en la plaza de España. La «Amazona herida», una de las
esculturas clásicas mejor conservadas de España, es la gran estrella de
la exposición. Tiene dos metros de altura y conserva, además restos de
policromía sobre el mármol.
Por otra parte, es obligatorio
resaltar la ala de los Mosaicos, un espacio de 200 metros cuadrados en
el que se reúnen 6 de los mosaicos romanos aparecidos en excavaciones
urbanas y que resaltan por su calidad y dimensiones. El llamado «Mosaico de las Estaciones del Año»,
el «Don del Vino» o el de Triunfo báquico de la plaza de Santiago son
algunos de ellos.
Peñaflor: el edificio comenzó a construirse a principios del siglo XVIII,modelo de
arquitectura civil en el barroco español y una de las joyas del gran
siglo ecijano. El edificio fue originalmente propiedad de los marqueses
de Benamejí. Más tarde albergó la Remonta Militar y en 1994 fue
declarado Bien de Interés Cultural y Monumento Nacional. Desde 1997 es
sede del Museo Histórico Municipal. La enorme fachada es de ladrillo con
zócalo de piedra y una hilera de balcones en la primera planta. Dos
grandes torres en los extremos determinan la nota de verticalidad en el
aplomado conjunto, cuya sobriedad y monotonía rompe la gran portada. Su
interior alberga una exposición con los restos arqueológicos hallados en
la Plaza de España, “El Salón”.
Palacio de Justicia: es más conocido por el nombre de "El Palacio de las Tomasas", ya que
perteneció a dos hermanas ecijanas que como "mote" tenían ese apelativo.
La
decoración interior del palacio es bastante particular, ya que las
hermanas impresionadas por La Alhambra copiaron muchos detalles de la
misma.
Tambien se puede admirar en el zaguán, un zócalo de azulejería
de Triana, así como los maravillosos artesonados, el patio principal y
la escalera.
Tras parar para almorzar en distintos locales del centro, visitamos las iglesias y calles principales en tren: los Descalzos, Santa María, San Juan, Santa Cruz, Santiago, San Gil, Santa Bárbara, El Carmen, San Francisco, Santa Ana, Hospital de la Concepción.
Fue una visita estupenda, nos encantó tanto a alumnado como a profesorado.
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